miércoles, 1 de mayo de 2013

Errores de Stephen Glass y The New Republic

Carla Cisneros 














 
¿Algo se me escapó de las manos? ¿cómo después de engañar tanto pude ser descubierto? ¿serán errores del artículo que me delató, o mis errores van más allá?. Probablemente estas fueron algunas de las preguntas que Stephen Glass se planteó cuando todo lo que había hecho en su carrera como periodista y las constantes mentiras que fueron parte de su labor fueron reveladas.

The New Republic fue el medio donde lo denominaron fabulador en serie después de que tras investigaciones que hizo Adam Penenberg de la revista Forbes,  se pudo conocer que Glass inventó la historia del software Jukt MIcronics, además de 21 de las 40 publicaciones que realizó para el seminario al que pertenecía. Pero despúes de conocer un contexto sobre lo que sucedió, queda preguntarse ¿verdaderamente en qué falló él y su equipo de trabajo?.

Ana Angulo es defensora de audiencias de diario El Hoy y opina que la mayor parte de culpa la tuvo el protagonista de este caso ya que falló como profesional y no consideró como herramienta principal la honestidad para dirigirse a sus lectores. La empresa que lo contrató confió ciegamente en él y dejó pasar la revisión de las notas y verificación de los hechos antes de publicarlos, un error gravísimo y que le restó posicionamiento y credibilidad.








Tal parece que la imaginación de Stephen traspasaba los límites, pero como dice el dicho, con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver. Cuando no pudo hacer nada para convencer al editor del medio Chuck Lane y a la gran cantidad de personas a las que llegó la noticia acerca de su mal manejo de información, lo único que pudo hacer fue admitir sus invenciones y perder la posibilidad de escribir ya que una jueza le quitó su licencia de periodista.

Puede ser que para muchos su habilidad en crear historias y haber logrado estar en un medio de esta forma sea una hazaña, pero precisamente esa mentira fue la principal equivocación. Cada quién es esclavo de lo que escribe y preso de lo que se guarda, quién sabe en qué pensó Glass para hacer tal cosa, desde que entramos a la universidad nos enseñan a ser responsables y a ser periodistas éticos, allí radica su culpabilidad tarde o temprano todo se sabe y a él ya lo pillaron.


Notas relacionadas:


El caso de Stephen Glass, “el fabulador en serie”, fue proyectado en el segundo día del cine foro de la UDLA




Por: Verónica Vásconez V.

En los años 90 un antiguo periodista de la revista norteamericana The New Republic engañó y mintió por mucho tiempo a sus jefes y lectores. Entre artículos falsos, así como citas, fuentes y acontecimientos, el apuesto, simpático y galán Sthepen Glass conquistó a más de uno con sus increíbles historias. Su asombrosa facilidad para conseguir declaraciones de toda clase de fuentes sorprendió a sus propios editores, pero un día todo lo que había logrado se derrumbó por un movimiento incorrecto de cartas.

Glass  no supo comprobar la originalidad de su publicación, la autocalificada como “la mejor historia” de su vida: ‘Hack Heaven’ cuando AdamPenenberg, de Forbes, escribió un artículo titulado 'Mentiras, malditasmentiras y ficción'. Una historia que acabó con todos los argumentos y declaraciones que utilizó Glass para  escribir su historia. Penenberg desató el escándalo al revelar al mundo que Glass era un mentiroso y que 21 de las 40 historias que publicó para el semanario eran total o parcialmente falsas.

Esta historia fue el motivo por el cual el cine foro “Mirada Libre”, que se llevó a cabo este martes en la Universidadde las Américas (UDLA),  dio inicio al debate sobre la ética en el periodismo entre invitados, estudiantes y profesores. Los panelistas fueron los periodistas Ana Angulo de diario El Hoy y Dimitri Barreto de El Comercio, quienes hablaron de la credibilidad que debe tener un periodista al escribir sobre algún tema de interés común.

“La ética para el periodista es una forma de vida que se mide desde cuando somos estudiantes”, expresó Barreto, mientras que Angulo dijo que un periodista es un “contador de hechos” que está al servicio del lector. Al terminar de exponer sus argumentos, las preguntas de los asistentes no faltaron, quienes despejaron sus dudas acerca del periodismo y de temas actuales.

La periodista María Emilia Verdezoto también acotó información acerca del tema. “Los periodistas están constantemente expuestos a los prejuicios”, dijo. Gabriela fajardo, del diario Expreso también estuvo presente y dijo que cuando se habla de “información delicada” hay que tener cuidado con la vida del periodista y de las fuentes, como por ejemplo cuando se habla de narcotráfico.

Mientras el foro se desarrollaba, los estudiantes hacían la cobertura vía Twitter, Facebook y demás redes sociales, así como tomas de video e imágenes.  Este jueves y viernes también se tiene previsto que se proyecten más videos relacionados con el periodismo.


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